El 1 de septiembre desaparece de la emisión La noche cromática, el magazín en directo que llevaba casi cuatro años en la franja de 10 a 12 de la noche en Radio Clásica. También se van de la programación sus animadores: el compositor Jacobo Durán-Loriga y la musicóloga María Santacecilia. En su despedida, parece estar quedando claro que esta emisión había conseguido captar a un público que se había hecho cómplice del programa. También parece claro que la fórmula había conseguido notables éxitos y que deja un hueco difícil de llenar. Con esta sustitución, La noche cromática se convierte, de momento, en la principal víctima de la cadena de cambios que afronta la casa, primero, la purga brutal de sus mejores profesionales a cargo del plan de reconversión del Ente Radio Televisión Española; segundo, el cambio de dirección de la emisora, que ahora está en manos de Fernando Palacios.
La noche cromática había conseguido que la actualidad de la música clásica fuera de interés para un auditor al que se le supone que sólo quiere música y aborrece la palabra hablada. Y ese mérito, bastante más difícil de lo que parece, le corresponde a sus dos conductores y productores, así que tirar al niño con el agua de la palangana, dicho en plata, desprenderse de los servicios de dos excelentes profesionales ahora que se han hecho raros en la nueva y menguada Radio Clásica requeriría al menos una explicación. En todo caso, La noche cromática había consolidado un nutrido grupo de amigos y seguidores de la emisión, por lo que su sustitución va a necesitar suerte y benevolencia.
La vida sigue, pero no podemos dejar de hacer notar que hay un poco de crueldad en esta drástica decisión. Que el tiempo se encargue de poner en su sitio a cada uno en este trance, y mucha suerte a Jacobo y a María. Se han merecido mucho más que estos buenos deseos, pero al menos que éstos no le falten.